Cambiar de película
Es sabido que la vida que vivimos no es real. No lo es por muchos motivos, y el más importante de ellos es que la memoria no fue creada para registrar y almacenar fielmente la experiencia. Pese a que la capacidad de recordar es posiblemente la habilidad humana más sobresaliente, no deja de resultar paradójico que el sistema de almacenamiento sea, por lo que respecta a la fidelidad a los hechos, claramente defectuoso. Que no vemos las cosas como son en realidad es un hecho comprobado, y que no las recordamos como ocurrieron es algo quizá siempre intuido pero realmente demostrado hace más bien poco. El cerebro no recuerda hechos, sino que construye biografías. Y la de cada uno, claro, es diferente. Así que cada individuo no vive en la realidad, sino en su realidad. Vive en un argumento creado por él mismo en el que todas las cosas tienen que...