Cualidades que suman (2/5): No delegar las responsabilidades

El éxito en cualquier sistema organizativo, ya sea empresa, institución e incluso familia, depende de que, en cada nivel de responsabilidad, cada persona se relacione con sus problemas y los gestione de la mejor manera posible. En este sentido, la delegación hacia arriba constituye un ejemplo de liderazgo ineficiente y un síntoma de mala gestión, pero es quizá peor la delegación hacia abajo de las responsabilidades. Porque, si bien lo primero contribuye a la inoperancia, lo segundo, además, inocula ansiedad y dificultades significativas en el equipo.

Sigue leyendo en El Economista —>>>>