Cambio personal, Ciencia y Management, El Economista, Jesus Alcoba, Psicología del éxito / 23.12.2015

El éxito en cualquier sistema organizativo, ya sea empresa, institución e incluso familia, depende de que, en cada nivel de responsabilidad, cada persona se relacione con sus problemas y los gestione de la mejor manera posible. En este sentido, la delegación hacia arriba constituye un ejemplo de liderazgo ineficiente y un síntoma de mala gestión, pero es quizá peor la delegación hacia abajo de las responsabilidades. Porque, si bien lo primero contribuye a la inoperancia, lo segundo, además, inocula ansiedad y dificultades significativas en el equipo.

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