Competencias imprescindibles: comunicación

Dicen que dijo Cicerón que el buen orador es simplemente un actor al que se conoce con otro nombre. La ingente proliferación de programas de formación empresarial destinados a incrementar las capacidades comunicativas de los directivos muestra el fracaso rotundo de la tecnología en la creación de mensajes de impacto. Hemos aprendido que ninguna presentación con diapositivas sustituirá nunca a la capacidad de emocionar y conmover que tienen los grandes oradores.

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