Cambio personal, Ciencia y Management, El Economista, Inspiración, Jesus Alcoba, Psicología del éxito, Ultraconciencia / 18.07.2018

En esta sociedad de lo instantáneo, cuando las respuestas a nuestras interacciones se producen casi de inmediato y los pedidos llegan en cuestión de horas, da la impresión de que la paciencia es una habilidad innecesaria, y en muchos casos olvidada. O no sabemos o no queremos esperar y, cuando algo se prolonga más allá de lo que juzgamos suficiente, ya sea un trámite, una respuesta o un evento importante, comenzamos rápidamente a inquietarnos.

Sigue leyendo en El Economista —>>>>