Cambio personal, Ciencia y Management, Conferencia, Dirigentes, Inspiración, Jesus Alcoba, Originalidad, Psicología del éxito, Ultraconciencia / 02.01.2019

Existen dos tipos de innovación: la que llamamos incremental y la innovación disruptiva. La primera tiene que ver con cambios progresivos y graduales que se van haciendo respecto a una determinada idea, y habitualmente está relacionada con los ciclos de mejora continua. La segunda es la que logra crear algo completamente diferente a lo que existía antes. El contestador automático fue una innovación incremental en el mundo de la telefonía, mientras que el smartphone fue disruptivo. Robert Gordon es un macroeconomista de la Northwestern University que lleva tiempo diciendo que la innovación que se produce, al menos en Estados Unidos, puede no ser suficiente como para impulsar un crecimiento similar al de épocas pasadas. En su opinión, aspectos como la demografía, la falta de inversión en educación, la deuda y la desigualdad, funcionan como vientos en contra que anulan el potencial de la innovación para generar prosperidad. En su análisis, la...

Cambio personal, Ciencia y Management, El Economista, Inspiración, Jesus Alcoba, Psicología del éxito, Ultraconciencia / 19.07.2017

Hemos vivido siglos impresionados por genios creativos que, en el arte, en la ciencia y en la tecnología, han realizado propuestas nuevas y originales haciendo evolucionar la cultura y la sociedad. Y hemos estudiado durante décadas a esos personajes, intentando desentrañar el origen de su genio, para conocerlo mejor y también para poder aprender de ellos. Sin embargo, la fascinación del ser humano por el talento innato ha empañado siempre una verdad tan obvia como inconveniente, y es que la creatividad no es un talento ni una habilidad, y desde luego no es un rasgo de la personalidad: es simplemente una competencia que se desarrolla con la práctica.  Sigue leyendo en El Economista --->>>>...

Cambio personal, Ciencia y Management, Dirigentes, Jesus Alcoba, Psicología del éxito, Ultraconciencia / 29.03.2017

Es imposible no reconocer el embrujo que ejerce sobre nosotros lo nuevo, lo original. Las huellas de la fascinación por ese tipo de genio que es capaz de hacer lo que nadie espera se hunden más allá de donde la memoria de la humanidad alcanza. Sea en la literatura, en la exploración espacial o en los videojuegos, a las personas nos magnetiza lo nuevo, lo diferente, lo que se sale del guión. Y hoy eso es sinónimo de vender más y de vender mejor. La pregunta que surge entonces es cómo fomentar la aparición de nuevas ideas en una organización, si todos los esfuerzos se centran en seguir una estrategia predefinida. En plena fiebre de los post-its urge preguntarse cómo resolver esta inquietante paradoja. Tal vez estemos ante un nuevo paradigma. Las mismas empresas que a finales del siglo pasado adoraban la filosofía del sagrado pensamiento estratégico, hoy enfrentan una realidad...