La necesidad de reinventarlo todo de nuevo
Existen dos tipos de innovación: la que llamamos incremental y la innovación disruptiva. La primera tiene que ver con cambios progresivos y graduales que se van haciendo respecto a una determinada idea, y habitualmente está relacionada con los ciclos de mejora continua. La segunda es la que logra crear algo completamente diferente a lo que existía antes. El contestador automático fue una innovación incremental en el mundo de la telefonía, mientras que el smartphone fue disruptivo. Robert Gordon es un macroeconomista de la Northwestern University que lleva tiempo diciendo que la innovación que se produce, al menos en Estados Unidos, puede no ser suficiente como para impulsar un crecimiento similar al de épocas pasadas. En su opinión, aspectos como la demografía, la falta de inversión en educación, la deuda y la desigualdad, funcionan como vientos en contra que anulan el potencial de la innovación para generar prosperidad. En su análisis, la...