El triángulo de la responsabilidad y la lógica de las excusas

El hilo que une nuestra conducta a nuestras tareas se llama responsabilidad. Acometemos las tareas porque nos sentimos responsables de ellas. Como evidentemente nadie hace nada que no sienta como cometido propio, el motor nuclear que produce las excusas opera precisamente a ese nivel, es decir, desvinculando la conducta de las tareas, debilitando así el vínculo de la responsabilidad. Resulta sumamente interesante analizar cómo ocurre este fenómeno.

Sigue leyendo en El Economista —>>>>